viernes, junio 08, 2007

LA GRAN MENTIRA: EL APAGON EN LA CAMA (LESBIAN BED DEATH)


Por Suzanne Iasenza, Ph. D.

Si le preguntan a las lesbianas cual creen sea el problema número uno de las parejas que mantienen relaciones de muchos años, ellas le dirán "lesbian bed death" (apagón en la cama). La notoria baja de la actividad sexual, real o fingida, ha sido objeto de bromas por parte de la comunidad lesbica, pero es algo que preocupa a las lesbianas dado que este síndrome endémico puede conducir a la ruptura de la pareja. Muchas de mis pacientes se autodiagnostican como víctimas de lesbian bed death. Otras buscan que su terapista les reafirme que una pareja de lesbianas con muchos años juntas pueden tener gran sexo. He ído a terapistas lesbianas y pacientes teorizar que las relaciones sexuales se deterioran debido a los conceptos patriarcales acerca del sexo entre mujeres que hacen a las lesbianas mas conscientes de sus relaciones sexuales. Otras han sugerido que no hay nada malo en que las lesbianas no tengan sexo, o que lo tengan de modo discontinuo; quizás es la naturaleza de la sexualidad femenina, y nosotras necestiamos ser usadas por el sexo, cambiando nuestras expectativas.

Como investigadora sexual y terapista sexual, estoy alarmada por lo fuerte que el mito del apagón en la cama (lesbian bed death) se ha vuelto. ¿Qué dice este elmito?. El mito dice que experimentar disminución en la actividad sexual afecta particularmente o especialmente a las parejas de lesbianas, es algo relacionado con el lesbianismo y que es una condición natural de ser lesbiana. ¿De dónde han surgido estas ideas autodestructivas, y por qué creemos en ellas?.

El mayor estudio de investigación que ha alimentado este mito fue publicada en 1983, en un libro llamado American Couples de Philip Blumstein and Pepper Schwartz. Esta investigación empírica reporta que las parejas lesbianas tiene menos sexo que cualquier otra pareja heterosexuales casados, heterosexuales en concubinato o parejas gay que vivan juntos. Desde los 80's muchos libros y artículos sobre sexualidad lesbica han sido escritos por conocidas profesionales como Marny Hall, JoAnn Loulan and Marge Nichols, los cuales informan sobre la inhibición del deseo sexual, falta de iniciativa para iniciar la relación y baja performance en las relaciones.

No obstante la antes mencionada y al parecer clinicamente confirmada experiencia que muestralo contrario, el apagón en la cama es mas que nada, un publicitado fenómeno, que yo no creo que exista como entidad clínica. De hecho, es hora de exponer que el apagón en la cama es un fraude. Las parejas lesbianas no son diferentes de las parejas gay o heterosexuales cuando experimentan la invitable baja en la pasión sexual que se da en las relaciones a largo plazo. Leam los trabajos de terapia sexual heterosexual de David Schnarch si no creen que las parejas hterosexuales caen en resultados similares. En la encuesta realizdada en el año 195 llamada Advocate Survey of Lesbian Sexuality and Relationships" los resultados demostraron que las mujeres lesbianas mantienen relacione sexuales mas disufrables que la mayoría de las mujeres americanas. De todos modos, estos datos no recibieron la misma atención queel reporte del año 1983 de Blumstein and Schwartz. ¿Por qué sucede esteo?. ¿Es que somos tan rápidas para ignorar datos que dan por tierra la visión patologizante de la sexualidad lesbiana?.

Muchas de mis colegas lesbianas discuten conmigo en este punto, creen que las parejas lesbianas lo hacen mas, o lo hacen peor o tienes razones especiales para hacerlo mas y peor. Mi visión es que mis pacientes lesbianas que acuden con la queja de una baja en su actividad sexual están experimentando la vida real. Yo veo el mismo patrón en etas pacientes: no muy diferente del de sus hermanas o hermanos heterosexuales, o hermanos gays; las mujeres se encuentran, se enamoran y deciden una vida juntas. Su trabajo y su vida familiar demanda atención y energía, muchas veces a costa de la calidad de tiepo y la intimidad compartida junto a su pareja. Ellas experimentan el arrobamiento y la lujuria que solo un nuevo amor ofrece, la luna de miel que lo precede, la revelación de las diferencias sexuales y la incompatibilidad de las demandas de la vida real. El punto es simple, yo no creo que exista algo como el concepto de Lesbian bed death, como tampoco existe un "gay bed death" o un "straight bed death." Este no es un fenómeno lesbiano. Es tiempo de cambiar por una visión mas realista y menos nagativa del sexo lesbiano.


BAJANDO DEL PEDESTAL TERMINO

Lesbian bed death (apagón en la cama) es un poderoso y destructivo término, su crecimiento se ha basdado en malinterpretaciones en las investigaciones, entendimiento simplista de las difernecias de género y prejuicios internalizados a nivel culturual acerca de las mujeres y de las lesbianas. El término es peyorativo y patologizante, funestamente inadecuado para comunicar la complejidad de las relaciones sexuales en las parejas lesbianas. Tomar como blanco la sexualidad de la mujer lesbiana de este modo es otro ejemplo de misoginia enmascarada como objetividad clínica, donde definiciones masculinas de sexualidad son usadas como marcas de calidad de la salud sexual.

Los efectos de usar este término son similares a los del uso del término amalgamarse (merging), que la terapistas lesbiansa de familia Joann Krestan y Claudia Bepko hicieron famoso y publicitaron como la mayor condición lesbiana en los 80's después de que fuecriticado y analizado por otras terapistas lesbianas. Yo encuentro muy interesante como habiendo salido del problema de amalgamiento, ahora tenemos el problema del apagón en la cama. ¿Es que tenemos problemas con no tener ningún problema?.

El problema puede ser que las lesbianas permitimos a nuestra homofobia y sexofobia internalizada gobernar el modo en que vemos nuestras vidas sexuales. ¿Es autónomo el sexo lesbico o solo trata de adaptarse al os modelos patriarcales en orden de no ser blanco de críticas?. Ironicamente mientras los gays varones cargan con el mito de la promiscuidad, nosotras cargamos con el mito de ser las menos activas sexualmente; los dos extremos de estereotipo sexual masculino y femenino representan una agresión sin identifcar al agresor. El mensaje cultural que se lee entre líneas es "las relaciones gays y lesbianas son enfermas, no tienen el balance sexual de las relaciones heterosexuales", una visión heterosexista que cree que afirma que las parejas deben ser hetero para lograr una estabilidad en la relación.

Sugiero que bajemos del pedestal al termino. Una mujer usó en un trabajo reciente una simple explicación para sustutuir este termino. Yole pregunté ¿qué es eso?. Ella respondió: Los inevaitables cambios que se dan a nivel sexual en una relación a largo plazo. Exactamente. No hay peligro en explicar con terminos simpels procesos complejos.


LO QUE REALMENTE DEMUESTRAN LAS INVESTIGACIONES

Una cuidadosa lectura del estudio de Blumstein and Schwartz, así como de otros estudios, provee una pequeña evidencia que la actividad sexual lesbiana es menos activa o menos plenas que el sexo gay o heterosexual. Un aspecto crucial aquí es cuales fueron las preguntas y que significan realmente las respuestas. El difamante concepto de Blumstein and Schwartz de que las parejas lesbianas tienen menos sexo está basada en las respuetas auna pregunta: "¿Cuan a menudo ha matenido relaciones sexuales con su pareja a lo largo del último año?". Para una pareja lesbiana es problmático responder "cuantas veces" porque la sexualidad entre mujeres no está condicionada ni definida por un acto estrictamente genital tal y como se entiende cuando un pene eta presente. Esta pregunta es un ejemplo de cómo las investigaciones se basan en conceptos masculinos de sexualidad, y que estas no representan las experiencias sexuales de las mujeres. Unos años después de que American Couples fuera publicado, la feminista lesbiana Marilyn Frye cuestionaba la validez de las investigaciones sexuales como las de Blumstein and Schwartz que comparan el número e veces que una pareja "tiene sexo". Ella afirma que "un 85 % de las parejas heterosexuales casadas desde hace mucho tiempo tienen sexo una vez al mes y toman en promedio 8 minutos para el acto, en tanto que nosotras (lesbianas) lo hacemos, en promedio, mucho menos frecuentemente, pero también en promedio nos tomamos mas de 8 minutos para cada encuentro.....quizás tomamos unos 30 mintuos por lo menos".

Fyre toca un punto que es verificado por investigadores sexuales muy conocidos como Virginia Masters and William Johnson, que en su investiación llevada a cabo en el año 1979 compraron parejas lesbianas, gays y heterosexuales. Ellos encontraron que las parejas heterosexuales se orientan mas al rendimiento y muy obsesionadas con el orgasmo. Las parejas lesbianas tomaban mas tiempo para el sexo, con mucha atención a los preliminares como el contacto de todo el cuerpo, besos, abrazos, caricias previas a que un contacto con los senos o genital fuera realizado. En una pareja heterosexual rara vez se tomaban mas de 30 segundos en abrazarse o acariciarse el cuerpo antes de que los senos o los genitales fueran directamente estimulados.

Es seguro decir que si las investigaciones se enfocaran en la duración en lugar de en el número de actos sexuales, las lesbianas serán las ganadoras. Las lesbianas on las ganadoras también en otros aspectos. Ellas fueron encontradas como mas asertivas sexualmente, con una mayor facilidad para comunicar verbalmente o no verbalmente sus necesidades sexuales, deseos o placer, y declararon estar mas satisfechas con sus vidas sexuales que las mujeres heterosexuales. Esta investigación del año 1979 Homosexuality in Perspective by Virginia Masters and William Jobmon es compatible con un artículo del año 1983 publicado en el Journal of Sex Research, "Arousability and Sexual Satisfaction in Lesbian and Heterosexual Women," by E.M. Coleman, P.W. Hoon and E.F. Hoon. También se compatiblizan con otros estudios tales como "Sexual Fulfillment of Heterosexual, Bisexual and Lesbian Women," by L.C. Bressler and A.D. Lavender in the 1986 book Historkal, Literary and Erotic Aspects of Lesbianism y mi propia disertación doctoral e investigación del año 1991. Algunos estudios anterires al Reporte Kinsey del año 1953 demuestran que las lesbianas son mas orgásmicas que las mujeres heterosexuales.

Blumstein and Schwartz, en el informe de su investigación, enfatiza las limitiaciones en su concepto de sexualidad en términos genitales. En otras entrevistas, ellos aprendieron que las parejas lesbianas aprecian el contacto no genital (tocarse, abrazarse) no solo como un preliminar para llegar al sexo, sino como una forma de relación sexual. Asimismo, ellos encontraron que la mayoría de las parejas que entrevistaron (heterosexuales casados o concubinos, gays y lesbianas) consideran que una reducción en el número de contactos sexuales es normal y lo atribuyeron a falta de tiempo, energía física o haberse acostmbrado uno al otro. La falta de relaciones sexuales afecta el niveal de satisfacción con la relación de todos los entrevistados a excepción de las parejas lesbianas que vivían juntas, cuyo nivel de satisfaccion con la relación parece estar asociado a otras cosas y no a la frecuencia con que mantienen relaciones sexuales.

Una breve revisación de las investigaciones sobre sexo revelan que las lesbianas promedian bien en los estudios de comparación y también en los estudios psicológicos. En lugar de comprar a las parejas lesbianas con otras y asumir que somos menos, sería mejor que comprendieramos mejor la sexuliadad lesbianas y conocieramos smas sobre la gran dviersidad en deseo y actividad sexual que existe entre mujeres lesbianas.

ENTENDIENDO LAS RELACIONES SEXUALES LESBIANAS

Las parejas lesbianas le dan importancia a la intimidad, amistad espiritual o emocional, las conexiones intelectuales en un grado igual o cuando no mas importante que el mantener contacto sexual genital. Un libro muy interesante del año 1993 escrito por las psicólgoas lesbianas Esther Rothblum and Kathleen Brehony: Boston Marriages. Romantic but Asexual Relationships Among Lesbians, provee varios ejemplos de relaciones lesbianas muy comprometidas donde el contacto genital no existía. He trabajado con algunas parejas heterosexuales y gays que han encontrado el libro como esclarecedor. El libro de Pepper Schwartz del año 1994, Peer Marriage, describe parejas heterosexuales que practican lo que ella llama "peer", un compañerismo en el que el sexo genital no es la parte central de la relación. Estos dos libros abren la posiblidad de que la sexualidad puede no ser el factor central para muchas parejas lesbianas, y también para algunas parejas heterosexuales o gay.

La razón mas común que dice que las parejas lesbianas tiene menos sexo es basada en una visión simplista de las diferencias de género. El argumento es que el hombre y la mujer son socializados de modo diferente: los hombres son socializados para ser sujetos sexuales activos, en tanto las mujeres son socializadas para ser objetos sexuales pasivos. Entonces, cuando dos mujeres se relacionan, tiene sentido que ninguna de las dos esté interesada en el sexo, y que no se sienta cómoda iniciando un contacto sexual, y como consecuencia la vida sexual de ambas sufre. Esta investigación empírica no puede sostener sus argumentos de hecho, las mujeres lesbianas tenemos un mejor puntaje en ser mas sexualmente asertivas que las mujeres heterosexuales y mi experiencia clínica tampoco confirma el hecho antes mencionado. Siempre he visto parejas donde al menos una de las partes le gusta el sexo y se siente cómoda iniciándolo. El problema de la socialización de géneros para explicar la sexualidad lesbiana no es mas que un mensaje de la sociedad, pero la generalización afecta a todas las lesbianas.

Hay ciertos principios que busco cuando trabajo con clientes lesbianas. Primero acepto que una pareja se integra por dos mujeres que cambian y estos cambios a veces afectan la calidad del sexo. Estoy alerta si alguna de las integrantes de la pareja a experimentado alguna forma de abuso o asalto sexual con anterioridad a la relación. También trabajo con los efectos de la menopausia. Exploro los mensajes culturales acerca de la belleza y como estos afectan la imagen de las mujeres sobre su propio cuerpo. También es usual encontrar mensajes negligentes y que reprimen la sexualidad durante la adolescencia o niñez de las integrantes de la pareja. Y cuando trabajo con parejas lesbianas es crucial mantener en mente los efectos de la cultura, la homofobia internalizada y la misoginia que crea sentimientos de vergüenza sexual.


LA EVIDENCIA CLINICA

¿Existe algún tipo de evidencia clínica que indique que las parejas lesbianas mantienen relaciones sexuales con menos frecuencia o con peor calidad que las parejas heterosexuales o gays?. No lo creo. Solo he encontrado dos factores que influencian a las parejas lesbianas a experimentar una infrecuencia en las relaciones sexuales. La primera es su adhesión a la monogamia, la segunda es su habilidad para tolerar largos períodos la abstinencia sexual.

No quiero dar la impresión que las lesbianas son mas monogamas que otras parejas o que están preparadas para tolerar la infrecuencia sexual mejor que otras parejas. Pero he visto en mi práctica que piensan que, sobre todo lo demás, deben mantenerse sexualmente monógamas sin tomar en cuenta los cambios en su satisfacción sexual o necesidades sexuales. En alguna de estas parejas una de las partes encuentra de modo consensual o en secreto una alternativa a la falta de sexo (affairs, fantasías sexuales, clubes de sexo, sexo pago, sexo por teléfono o cibersexo). Cuando las parejas de otras orientaciones sexuales tienen un inflexible acuerdo de monogamia y se produce una considerable reduccion o una nula actividad sexual, se crea un grado de atadura que provoca tremendos niveles de enojo, resentimiento, agresión y furia. Yo siempre trato de alejar estos sentimientos mediante el uso del humor por ejemplo, cito al escritor Jewell Gomez, que dijo en una entrevista "Si yo fuera amante de alguien y dejaramos de tener sexo, no dejaría pasar mas de cuatro meses sin visitar a un doctor".

Puede ser que las lesbianas solo parezcan tolerar los largos períodos de falta de sexo. Puede haber una conexión entre la habilidad de la mujer para tolerar los problemas sexuales y el hecho de que el género femenino no se basa en una alta performance sexual, como se basan los hombres. He trabajado con muchas mujeres heterosexuales en terapia sexual que han tolerado años de sexo insastifactorio porque no querían tirar el bote al agua y hacer sentir a sus esposos mal, o porque otras cosas en la vida le daban pasión y satisfacción (ej. los hijos, la familia, los amigos, el trabajo o otros aspectos de su matrimonio). Siempre he visto que las parejas heterosexuales o gays acudir a terapia mas pronto cuando se da una reducción en el número de contactos sexuales (usualmente después de un par de años) porque muchos hombres no pueden tolerar la falta de sexo porque daña su imagen de masculinidad. Muchas de las pareja slesbianas que he visto en terapia sexual, en promedio, habían tolerado entre 5 o 10 años de infrecuencia en las relaciones sexuales antes de buscar ayuda. Para muchas, la infrecuencia sexual era menos importante que otras pasiones y satisfacciones compartidas. Para otras, la larga espera se debio a que existía una terapia anterior que había fallado. Y ara muchas, la noción de ir a buscar terapia sexual como miembrasd e un grupo doblemente estigmatizado (mujeres y lesbianas) era tan abrumadora que no buscaron la ayuda que hubieran necesitado mucho antes.


Extraído de la página http://www.gayhealth.com/templates/98381775450656127929600001

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