Aunque para los heterosexuales sus prácticas suelen ser algo misterioso, lo cierto es que sólo se diferencian en que en los homosexuales el coito pene-vaginal no se da. En estudios se ha podido ver que los homosexuales están mas relajados y se involucran más en el juego previo que los heterosexuales.
Las lesbianas tienden a abrazarse y a dar mayor importancia al contacto corporal que al contacto genital y al orgasmo. Sus prácticas más comunes son: masturbación mutua, sexo oral genital (cunnilingus) y tribadismo (una mujer encima de otra, realizando movimientos pélvicos, estimulándose así el clítoris y la vulva).
En las practicas de homosexuales aparecen los besos, contactos oro-genital, coito anal y estimulación genital mutua.
Se piensa erróneamente que los homosexuales mantienen un rol fijo en sus relaciones sexuales: pasivo, activo o mixto. En realidad su rol varía de un momento a otro, o de una pareja a otra. Por lo que es muy difícil apreciar cuál es el pasivo o activo de una pareja.
Los estilos de vida de las lesbianas son menos extravagantes que los de homosexuales y promiscuos. Aceptan mejor su homosexualidad y tiene menos presión social. Se mantienen más tiempo con pareja estable debido a que ellas no buscan en sus parejas la simple atracción, como es más frecuente en los homosexuales. Para ellas es más importante la relación afectiva que la sexual. Por lo que aun alcanzando unos grandes niveles de excitación sexual, es común que muchas parejas de lesbianas dejen de mantener relaciones sexuales a los tres o cuatro años de relación.
PATRONES
Un importante estudio de Bell y Weinberg, identificó seis tipos de vida homosexual:
HOMOSEXUALES EN PAREJA CERRADA
Relación de características semejantes a un matrimonio heterosexual, donde hay un alto grado de compromiso y fidelidad. Están satisfechos con su orientación sexual y están integrados en la sociedad.
Esta relación es más común entre las lesbianas
.
HOMOSEXUALES CON PAREJA ABIERTA
Viven una relación de pareja, pero esto no les priva de buscar otras relaciones con un interés sexual. Su vida sexual es intensa, pero no están tan satisfechos como los que tienen una pareja cerrada. Estas relaciones son más típicas de los gays.
HOMOSEXUALES FUNCIONALES
No están emparejados, tienen muchos compañeros de alcoba y están satisfechos con su orientación. Suelen ser jóvenes y tienen mayor número de altercados y discusiones, que los anteriores.
HOMOSEXUALES DISFUNCIONALES
No están satisfechos con su condición. Tienen problemas para aceptar su homosexualidad, suelen buscar ayuda psicológica, para hacer frente a los problemas que les atormentan.
ASEXUALES
Tienen poca actividad tanto social como sexual, son reservados y disfrutan viviendo en soledad.
HOMOSEXUALES CASADOS
Mantienen una doble vida; por una parte un matrimonio heterosexual y al otro lado sus deseos homosexuales, todo ello provoca que sientan culpa, generando ansiedad. Todo les causa tanta tensión y sufrimiento que acaban por acudir a un profesional.
CAMBIO DE SEXO
RAZONES
En estos individuos se observa una persistente insatisfacción con su sexo, desean abandonar los caracteres de su sexo, para adoptar los del otro.
Existe un convencimiento a temprana edad de que su cuerpo, no correlaciona con su mente. Esta contradicción genera en el individuo problemas psicológicos y una gran desazón. En ocasiones se le proporciona al sujeto tratamiento psicológico. Y otras muchas se le trata con hormonas y/o quirúrgicamente.
PREPARACION
Antes de plantearse la cirugía hay que valorar la preparación que tiene el individuo para acomodarse a su nuevo sexo.
Si el paciente no está seguro del paso que va dar o se le ve incapaz de afrontar las presiones sociales a las que será sometido no se sigue con la idea de la intervención.
Se le enseña antes de la operación a adoptar comportamientos, gestos, habla y conductas propias del sexo que quiere adoptar. Ser hombre y mujer incluye también estos aspectos que muchos transexuales no conocen, y van por el mundo como caricaturas del sexo que quieren adoptar.
La cirugía se pospone un año o dos hasta que el paciente ha aprendido a adoptar el rol del que será su sexo en el futuro.
En la siguiente etapa se les administran hormonas:
- A los hombres estrógenos; estos provocan un aumento de las mamas, el crecimiento del pelo en el cuero cabelludo suele ser más rápido y su textura más blanda. La barba suele requerir depilación eléctrica. La piel se vuelve mas tersa y menos musculosa. La grasa comienza a distribuirse siguiendo los cánones femeninos. Con los estrogenos se reduce la frecuencia de erecciones.
- A la mujer se le administra testosterona, aumentando el peso corporal y la masa muscular. Aumenta el vello facial, la voz se vuelve mas grave, inhibe la menstruación y aumenta el tamaño del clítoris.
POSTOPERATORIO
Pasar por quirófano en el varón significa aumento de las mamas, amputación del pene y testículos, construyendo una vagina artificial.
Para las mujeres significa ser mastectomizadas e histerectomizadas, intentando una faloplastia. Esto ultimo consistiría en colocar un pene artificial, mediante una sonda confeccionada a partir de piel del abdomen o la vagina. Este proceso es muy complicado y aunque se ha intentado que mediante un artilugio mecánico insertado en el pene, se consigan erecciones, lo cierto es que no es posible la eyaculación ni las sensaciones táctiles. Por lo que muchas mujeres prefieren la extirpación de los ovarios, la terapia hormonal, la mastectomia, histerectomia.
En la actualidad estas operaciones parecen ser un éxito, sacando óptimos resultados. Pero el mayor problema después de la operación es el reajuste psicológico, un gran numero de pacientes que estaban convencidos de necesitar este cambio, es incapaz de adaptarse a la nueva vida que se les plantea después de la operación.
Todo tratamiento para cambiar de sexo tiene su precio, el tratamiento hormonal al que se ven siempre sometidos, provoca en los hombres: alteraciones en la circulación sanguínea y alteración en los estados del ánimo
En la mujer: el acné y la retención
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