jueves, junio 07, 2007

LESBIANISMO Y ESTEREOTIPOS



Si buscamos el significado de la palabra «lesbiana» en un diccionario cualquiera, esta se define como «perteneciente a la isla de Lesbos». Entonces vemos que un término que en un principio nació para nombrar a los habitantes de una isla fue adquiriendo otras connotaciones, que se desarrollaron a través de la poeta Safo, que hablaría en sus versos de relaciones con otras mujeres.
Tras el origen del término, un tanto inconcreto, a lo largo de los años se han ido atribuyendo a las lesbianas una serie de «caracterizaciones» que poco o nada tienen que ver con la realidad.

Algunas de estas son:

* La creencia de que todas son rudas y excesivamente masculinas debido al hecho de que no pueden conseguir un hombre: Por supuesto esto es del todo absurdo porque las lesbianas poseen una gran variedad de aspectos físicos o psicológicos al igual que cualquier otra persona.

* El pensamiento de que las mujeres son lesbianas porque han tenido malas relaciones con los hombres: Tampoco esta idea tiene fundamento ya que el lesbianismo no tiene nada que ver con el odio hacia los hombres. Por tanto, nada tiene que ver con el otro sexo, simplemente hay mujeres que prefieren relacionarse con mujeres y no tiene porque haber otro motivo.

* Las relaciones homosexuales se caracterizan por ser muy promiscuas: Esto contrasta con el hecho de que aproximadamente tres cuartos de la población lésbica posee una pareja estable, y las razones que pueden influir en su separación son exactamente las mismas que las de cualquier pareja. O no!?

Hay muchas mas... seguro día a día te encontrarás con muchas de estas «malinterpretaciones» de «ser lesbiana» bueno... nuestro único comentario: ser lesbiana es parte del ser libre y no hay nada de «raro» en eso, no!?
Por otro lado, las imágenes que existen de la mujer lesbiana se basan generalmente en estereotipos: Así por ejemplo, a principios de siglo se la describía como una mujer mayor y muy astuta que generalmente solía ser profesora de escuela, lo cual la servía para intentar conquistar a sus alumnas. Durante la década de los setenta se la percibe como una mujer muy masculinizada, con el pelo cortado al cero, fuerte animadversión hacia los hombres y feminista militante.
Las conclusiones que se pueden sacar de este mini-estudio es que parece que detrás de tanto estereotipo se escondía simplemente el miedo y para intentar acabar con él había que desprestigiar a estas mujeres por la amenaza que constituían al ser independientes en todos los sentidos.

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