con mis pies helados de estrellas
y suspiros lentos
ya no puedo mirar el horizonte
sin tener tus ojos mordiendo
mis recuerdos
esta luna ya no es la luna
de los amantes
es la luna de nuestros días
es la luna que ha parido
tus cabellos
impregnados de aroma y sexo
mujer, conoces el camino
del deseo y anudas a tu mano
mi voluntad
y ya no soy yo
soy el dulce veneno
de tus horas
la que roe tu corazón
hasta sangrarlo
para poder beber
el trago vivo del deseo
y me abrazo a ti
fusionando mis ayes de pasión
con tu lengua humedecida por mis lágrimas
ya tu sombra
ha pintado de rosado mi cuerpo
ha marcado mi vientre
con halos de dulzura
que esperan al hijo amado
y tú sonríes a mi lado
cortando rosas sin espinas
libando la miel
al vuelo de gaviotas
y tu sombra no es la sombra
es la dulce melodía
de tu amor...
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