viernes, mayo 25, 2007
TENGO UNA ESPINA CLAVADA EN MI CORAZÓN
TENGO UNA ESPINA CLAVADA EN MI CORAZÓN
Alicia volvió al día siguiente al cementerio. Necesitaba estar a solas en la tumba de Andrea. Ver la tumba de cerca. El día del entierro no había querido acercarse. Demasiado dolor junto. Estaba ya cerca de la tumba cuando observo a una joven al pie de la misma. No esperaba encontrar a nadie aquello le produjo desasosiego. Pensó en marcharse pero se dijo así misma que tal vez se irían pronto y decidió acercarse a otra tumba junto a la de Andrea y ver si podía captar alguna conversación de aquella pareja.
Rosa estaba junto a su marido al pie de aquella triste tumba.
-Luis Andrea no merecía esto. ¡No lo merecía! ¿Por qué se cebo la vida con ella tan brutalmente? ¿Por qué?
-¿La apreciabas mucho verdad?
-No Luis pase de apreciarla a quererla.
-Si yo también la quise mucho. ¿Recuerdas cuando nos presento?
-Si lo recuerdo muy bien. Ya lo creó que si.
-A mí siempre me decía. ¿Y tu Luis a que esperas para conocer lo lindo que es el amor? Ella estaba tan enamorada de Patricia que solo deseaba que el mundo entero compartiera aquel sentimiento. Un día me dijo:
-¿Sabes qué Luis? Conozco una chica preciosa que no tiene pareja. Se llama Rosa y fue compañera mía en el instituto. Es buena chica, muy buena chica. Ella y yo tuvimos una época que no nos llevábamos demasiado bien pero aquello pasó y ahora somos grandes amigas y por lo que yo la conozco creo que tú serías el tipo de chico que a ella le gusta y si encimas sabes amar tan bien como lo hacía tu hermana a Rosa le habrá tocado la lotería. Y a ti también claro está, porque es un monumento de chavala y buena muy buena persona. ¿Por qué no te animas y te la presento? Y así fue como nos presento.
-Si Luis cariño. Y Andrea tenía razón. Me toco la lotería contigo. En todos los sentidos de la vida.
-Gracias Rosa. También tuvo razón al decirme que a mí también me tocaba la lotería.
-¿Dios mío que necesidad tenía de cebarte con Andrea de está forma?
-Tranquila Rosa. Mira ahora están juntas las tres.- Rosa y Luis miraron hacía la lapida. En ella se leía una inscripción.
Aquí yace para la eternidad mi hija Andrea junto a las personas que más quiso en su vida. Maribel y Patricia. Algún día me gustaría estar con ellas y mi Julia.
Desconocida. No se quien eres. No te he visto nunca pero mi hija se ha llevado en su corazón junto a Maribel y Patricia un trocito de ti. Si algún día lees esto, me gustaría conocerte. Mi hija no merecía este final. Descanse en paz.
Tras este texto principal en la lapida le seguía un pequeño texto que Rita pidió a Carmen que por favor lo incluyera.
Esta es la historia de un sábado de no importa que mes y de un hombre sentado al piano de no importa que viejo café.
Solo incluía esta estrofa de aquella canción que Rita vio interpretar a Andrea con la fuerza de un huracán cuando murió Maribel. Nunca Rita había hablado de ello pero ese día aquella canción recorrió sus entrañas sacudiendo su cuerpo con la misma fuerza de ese huracán en la voz de Andrea y en sus manos sobre el piano.
Rosa rompió a llorar tras leer aquella inscripción. Había leído muchas lapidas pero ninguna le pareció tan llena de dolor y sentimiento como aquella.
Adiós Andrea. Te queremos y nuca te olvidaremos. ¡NUNCA!
Rosa y Luis depositaron sobre la tumba las flores que potaban la tarjeta con aquellas palabras de adiós.
Alicia los vio marchar y cuando creyó que ya no podían verla sobre la tumba de Andrea se coloco frente a ella. Había conseguido escuchar toda la conversación de aquella pareja. Vio también en sus rostros el mismo dolor que vio en los demás el día anterior.
-¿Por qué Andrea? ¿Por qué? El cáncer te hubiera llevado de todas formas pero el tiempo que hubiéramos estado juntas yo te habría hecho feliz y estoy segura de que tú a mí también. Me duele tanto como me despedí de ti el único día que hicimos el amor. El día más maravilloso de mi vida. Fuiste capaz de darme tanto en una sola noche que me vuelvo loca de pensar lo que me hubieras sido capaz de dar si hubiéramos tenido un poquito, solo un poquito de suerte. ¿Dios mío tanto pedir era eso?
Alicia comenzó a sollozar en silencio. Imposibilitada para detener su propia emoción. Se arrodillo sobre la tumba y comenzó a golpearla.
-¡No quiero dejar de llorar! ¡No quiero! ¡No quiero!- Y fue repitiendo no quiero hasta que el tono de su voz se fue apagando lentamente mientras los golpes sobre la tumba de Andrea eran cada vez más débiles. Alzo su cabeza y fue entonces cuando vio por primera vez la inscripción en la lapida. La leyó entera y comenzó a repetir una y otra vez:
Maribel, Patricia, Desconocida, Maribel, Patricia, Desconocida. Alicia dejo de repetir aquellos nombres.
-Andrea tengo una enorme espina clavada en mi corazón. Una espina que me esta desangrando. No puedo seguir viviendo con el recuerdo de cuando me despedí de ti. ¡No puedo Andrea! No puedo y he de quitarme está espina. Solo entonces podré vivir y descansar. No es que quiera olvidarme de ti. Eso jamás ocurrirá ni aunque el mundo reviente, pero necesito descansar. Necesito saber que no me guardas rencor por como me despedí de ti. Te juro que fue producto de un odio sin sentido. Un odio que jamás existió en mi corazón aunque si en mi mente. Y para ello necesito saber de ti, de Patricia de Maribel porque la desconocida soy yo ¿Verdad? Ellas tampoco existen ya pero tiene que haber gente personas que me quieran hablar de ello. Lo necesito Andrea. No te enfades por favor. No puedo con esta espina en mi corazón. Ya no puedo amarte Andrea. Te has ido y ya no puedo amarte pero necesito saber que algún día en esa lapida podía haber puesto Maribel, Patricia y Alicia. Lo necesito Andrea, lo necesito.
-¡Me cago en la puta madre que me pario!
-Bea cariño ¿Qué te ocurre?
-¿Qué me va a ocurrir? El puto Lorenzo Alicia el puto Lorenzo. Estoy trabajando y un sol de puta madre. Estoy de fiesta y venga a mear, y venga a mera, y venga a mear. Estoy hasta las putas tetas. Lo voy a vender todo y me voy a ir a Canarias y que le den por el culo a los putos meones de los cojones.
-Bea cariño tenemos que hablar.
-¿Ahora?
-Cuando te calmes un poco y vengas conmigo a la cama.
-Pues enseguida voy porque para que me estén meando aquí fuera prefiero que me mees tú en la cama.
-Bea no seas bestia. Dios mío que bruta eres.
-¿Y los putos meones no son bestias? Pues son unos cabrones entonces, que es peor.
-Bueno cariño cuando hagas tu reflexión de costumbre te espero en la cama. ¿Vale?
-Vale cariño. Te quiero.
-Y yo a ti mi amor.
Bea se sentó en su pequeña mecedora en el porche y vino a su mente aquel. Bea cariño tenemos que hablar. Por un momento corrió la angustia por su cuerpo. Ella sabía que Alicia le quería hablar de Andrea. Su intuición se lo decía. Desde que estuvieron en el entierro de aquella enigmática Andrea había notado un cambio en Alicia. Un cambió que la asustaba. Y sintió miedo de perder lo más bonito que le había pasado en toda su vida.
-Meones de la hostia. Me parece que hoy habéis pagado justos por pecadores. Bueno, será mejor no aplazarlo más. Bea al toro. La vida es así, llevas toda la vida luchando. Esta es solo una batalla más. La superaras.
Con esta reflexión Bea se dirigió a la habitación donde estaría Alicia esperándola.
-Alicia.
-Dime cariño.
-¿Me quieres hablar de Andrea verdad?
-Si.
-Antes de que me digas nada más. ¿Lo que me vas a decir implica que me vas a dejar?
-¿Dejarte? Bea ¿Cómo puedes pensar eso?
-No lo se Alicia. Estoy muy asutada.
-Por favor. Ven, ven aquí conmigo. Siéntate aquí a mi lado.- Bea se sentó en la cama junto a Alicia.
-Bea mi amor. Nunca, ¿Me oyes? Nunca he pensado en dejarte. Te amo.
-¿De verdad?- Pregunto Bea rompiendo a llora por la tensión acumulada y que ahora con las palabras de Alicia se veía aliviada.
-¿Entonces de que me quieres hablar?
-Ven aquí, metete en la cama conmigo. Ya hablaremos de eso mañana que tienes fiesta. Ahora necesitas mimos. Has debido sufrir mucho pensando que te iba a dejar.
-Pero tú………
-Sisssssssss No hables, acaríciame, dame un beso. Mañana hablamos.
-Alicia.
-¿Qué cariño?
-Estás en mi lado de la cama- Alicia rompió a reír.
-Eres incorregible Bea, incorregible. Encima que te lo dejo calentito para cuando vienes. Acuéstate anda que tú y yo tenemos cosas importantes que hacer.
-¿Cómo de importantes?
-Importantísimas, vitales- Alicia apago la luz de la habitación según pronunciaba sus últimas palabras entregándose las dos al juego del amor.
-Rita mi amor. ¿Te fijaste en el entierro de Andrea en aquellas dos chicas que estaban apartadas?
-Si Brenda me fije e intente reconocerlas pero no pude.
-Una de ellas estaba llorando y se le veía muy angustiada.
-Si ya me di cuenta.
-¿Crees que pudiera ser la desconocida?
-No lo se Brenda. No lo se. ¿Te diste cuenta que estaba Anabel?
-Si.
-Anabel me dio pena. Estaba realmente mal. Anabel no llevaba cinco minutos llorando. Anabel llevaba horas llorando. Estaba desfigurada. Los ojos hinchados, estaba realmente demacrada. No imagine que pudiera sentirse así por la muerte de Andrea. Estaba sufriendo y mucho. Estuve por acercarme y decirle que nos acompañara al pie de la tumba.
-No te preocupes Rita. Cuando nosotras nos fuimos ella se quedo y vi como se acerco hasta la lapida.
-Ha sido todo tan horrible.
-Rita, muy bonita tú idea de poner en la lapida las estrofas del Hombre Sentado Al Piano.
-No se lo pedí a Carmen por bonito. Desde que Andrea interpreto esa canción cuando murió Maribel supe la gran fuerza, la infinita fuerza que había en su corazón. Hasta ese momento yo apreciaba a Andrea pero después de eso me enamore de su persona, de su fuerza, de su pasión.
-La has querido horrores ¿Verdad? Ella también te quería muchísimo.
-Si Brenda. La he querido como a nadie- Dijo Rita con los ojos empapados en la emoción.
-Tranquila Rita cariño. Ya se que para ti era especial. Todas la queríamos. ¿Recuerdas la primera vez que fuimos a la cabaña de Amanda.
-¿Como no recordarlo? Allí se declararon amor Carmen y Julia, Amanda y Edurne y gracias a Andrea y Patricia tú y yo dejamos de ser gilipollas.
-Sí. Es verdad. Fuimos contagiadas de lesbianismo.
-Brenda cariño.
-Dime Rita.
-Hace mucho tiempo que hay algo que te quiero preguntar pero o se me olvida o no tenía para mi la importancia que tiene ahora.
-¿Qué es ello Rita?
-Veras. Estoy segura de que tú eres la única persona con vida que conoce el secreto de la canción de Patricia. Supongo que Andrea lo llego a conocer pero nunca me lo dijo, quizá porque no surgió el tema pero estoy segura de que ella si lo conocía y que tú también.
-¿Te refieres a Háblame Del Mar Marinero?
-Si.
-Veras…….. Sabes que Patricia nació en un pueblecito del interior en que no hay mar claro. Eso lo sabes ¿No?
-Si.
-Y también conoces la desgraciada infancia y adolescencia de Patricia ¿No?
-Si.
-Pues veras. En esa desgraciada infancia y adolescencia había algo que la ayudaba a mantenerse con vida. Algo sencillo, simple pero que a ella le daba fuerzas para continuar. Y es que solía ir la falda del monte Txindoki y allí se juntaba con un anciano que había pasado más de cincuenta años en el mar. Este anciano le contaba su vida, le hablaba de sus travesías, de lo rudo que es el mar pero también lo poético que es al mismo tiempo. Patricia gozaba con las historias de aquel anciano y mucho antes de que esa canción naciera ella siempre iba al Txindoki y le decía al anciano. ¡HABLAME DEL MAR MARINERO! Y el anciano siempre tenía una nueva aventura que contarle que narraba con autentica pasión. Haciendo que Patricia la viviera intensamente.
-Ese es el secreto por el que Patricia nunca podía dejar de llorar cuando escuchaba esa canción. Una vez compro el single de ese disco y delante de mis ojos lo puso sobre la tumba de aquel anciano. Esa noche después de eso y según me contó ella misma soñó con aquel anciano recordando alguna de las historias que le había contado pero en su sueño hubo una historia que nunca le había oído a aquel anciano. Escuchándola por primera vez en aquel sueño tras enterrar el disco en la tierra que cubre la tumba de de aquel marinero.
-¿Qué fuerte no?
-Si muy fuerte y bonito muy bonito ¿Verdad?
-Precioso, realmente precioso.
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4 comentarios:
Me quede en ascuas .... :(
me perdi :/ que paso con alicia? al final supo lo que queria saber?
Me van a dejar asi? que pasa despues?
no tiene sentido esta historia..
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