Mi morena de ojos dorados, cuerpo de marfil, y ámbar
Has dejado brillantes reflejos en mi habitación
Por sobre el jardín el claro cielo de medianoche, bajo mis párpados
Aún brilla...estoy ebria de tantas rosas
Mas rojas que el vino.
Abandonando su jardín las rosas me han seguido...
Bebo su breve respiración, respiro sus vidas.
Todas ellas están ahí.
Es un milagro...las estrellas han crecido
Precipitadamente a través de las anchas ventas
Por las cuales el revuelto oro se cuela
Ahora entre las rosas y las estrellas
Tu aquí en mi habitación, desabrochando tu vestido,
Mientras tu desnudez palpita
Tu mirada insondable descansa en mis ojos...
Sin estrellas y sin flores, sueño lo imposible
En la fría noche.
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