- Por nuestro flamante título...
- Eso, por nuestro título - gritó Pablo, que ya estaba tan borracho que no podía mantenerse en pie...lo intentó pero tuvo que dejarse caer sobre la silla nuevamente...provocando unas risitas ahogadas en Maricela y Claudia. Esa tarde todos los del grupo habían recibido su título de analistas programadores...después de tres años en la Facultad, lo menos que podían hacer era festejar el título con una picada y unos tragos. Claro que después de pasar varias noches durmiendo apenas para preparar el examen y el trabajo práctico, y los nervios de rendir y la excitación de pasar el examen, no estaban preparados para soportar mucha bebida. María se besaba con Diego, como si fuera el fin del mundo, y Jorge ya ni se molestaba en hablar, con los ojos vidriosos y el vaso de cerveza en la mano.
- Creo que es hora de irnos - murmuró Maricela al oído de Claudia, quien asintió. Se levantaron al mismo tiempo, mientras Pablo las miraba.
- Oh, oh...¿no pensarán en irse? - dijo, viendo arruinado su plan de tratar de pasar la noche con alguna de ellas...después de tres años de tentar, tenía la esperanza que esa noche, con la alegría de recibir el título alguna accediera a sus deseos. Tanto la escultural Maricela, con el cabello cortísimo y renegrido, sus ojos color café, los labios tan sensuales y un cuerpazo como la delgadita Claudia, tan diferente...con el cabello a media melena color caoba, los ojos negros, las facciones muy delicadas, el cuerpo no tan atractivo como el de Maricela pero con sus puntos fuertes le hacían ponerse loco de solo pensar en tocarlas.
- Nosotras trabajamos ¿recuerdas?...y por mas que ahora tengamos título, mañana tenemos que estar en la oficina a las 9.
- Pero esto amerita el festejo, no sean aburridas mujeres....
- Addio Pablito - respondió Claudia, besando a Pablo en la mejilla después que Maricela se despidiera de los demás. Eran las mas enteras del grupo, habían tomado un poco pero no tanto como los demás. Aún podían seguir festejando, pero no le gustaba el rumbo que estaba tomando la cosa en el bar y por eso se salieron. Maricela pasó un brazo sobre los hombros de Claudia.
- Vamos a casa...tengo una botella de champagne que compré para tomar hoy...pero sola no tiene gracia.
- Esta bien...vamos.
Tomaron un taxi y fueron hasta la Ciudad Vieja, donde Maricela tenía su apartamento. A diferencia de Claudia, que aún vivía con sus padres, Maricela se había visto obligada a independizarse temprano porque su familia vivía en un pueblito lejos de la capital, y al querer ella estudiar Analista de Sistemas tuvo que venirse a la ciudad. Al principio vivió en hoteles, hasta que su trabajo le permitió alquilar ese pequeño departamento y lograr así independencia. Era en la planta baja, de un ambiente con cocina y baño. Como el presupesto para decoración era escaso, Maricela lo suplía con imaginación, así que había abundancia de almohadones para sentarse, una gran mesa centro muy rústica que usaba como mesa centro o para comer, un equipo de audio, la computadora en un rincón sobre una mesa, y la cama de hierro de plaza y media que había comprado en una casa de remates muy cerca de donde vivía.
- Sentate por ahí...voy a buscar el champagne y vasos...temo que copas aún no tengo en la alacena - dijo riendo. A Claudia le fascinaba el carácter alegre de Maricela, que siempre sabía ver el lado bueno de todo, aún de lo que parecía terrible...cuando les asignaron el proyecto mas difícil para presentar su tesis, Claudia se había desanimado pero Maricela había dicho que era la oportunidad de ambas para lucirse. Trabajaron durante dos meses casi a diario en las noches, después de que salían de sus empleos para preparar lo que la Facultad les exigía para poder dar el examen..discutieron, Claudia se bajoneo, Maricela rezongó...pero un día antes del cierre presentaron su tesis. En la escala de notas de 1 a 12 que manejaba la Facultad el trabajo de ambas mereció un 10, cosa que dejó boquiabierta a Claudia.
Sintió el «plop» del tapón de champagne, y vio a Maricela entrar al ambiente con la botella rezumando espuma y dos vasos en la otra mano...sirvió en abundancia y se sentó muy cerca de ella sobre los almohadones. Brindaron y la espuma saltó, mojándoles las manos....
- Felicitaciones socia...nuestra tesis fue brillante, como nuestro examen...
- Eso gracias a ti...yo sola lo hubiera abandonado....
- ¿Y no recibirte?. Tú no piensas mujer...tres años allá y luego no recibirte era un crimen.
- Por eso te doy gracias....
- Estas borracha...por eso me das gracias - dijo Maricela, acercando su rostro al de Claudia para dar mas énfasis a su frase...las miradas se cruzaron y sonrieron ambas. Formaban un buen equipo juntas. Maricela se separó y tomó mas champagne, siendo imitada por Claudia. Llenaron los vasos de nuevo, brindaron y bebieron en silencio...hasta que los ojos de ambas chispeaban y Maricela empezó a reírse quedamente...
- ¿De qué te ríes?.
- De lo aburrida que somos para festejar....
- ¿Me estás llamando aburrida?.
- Si....super aburrida - respondió Maricela, tentada al máximo de la situación sin explicarse el por qué. Claudia dejó el vaso sobre la mesilla de centro, se acerco a Maricela y comenzó a hacerle cosquillas en la cintura, divertida...
- Ahora verás, esto es por decirme aburrida...
- No...no...déjame en paz - gritaba Maricela, intentando cubrirse el cuerpo con las manos...sin lograrlo, Claudia era ágil...en sus intentos por detenerla rozó varias veces los senos de Claudia con sus manos, los cuales se endurecieron sin que la joven pudiera hacer nada por evitarlo. Continuaron con el juego, Maricela comenzó a hacerle cosquillas a Claudia del mismo modo, siguiendo el viejo dicho de «si no puedes con el enemigo, únete a él». Se revolcaban sobre los almohadones, muertas de risa...los cosquilleos eran cada vez mas cercanos a caricias y estaban respirando algo agitadas, acaloradas por el juego y la situación. La falda de Claudia estaba mucho mas arriba de lo debido y se veían sus piernas hasta mas arriba de la mitad del muslo...hasta el borde los calzones blancos...la blusa se había abierto con tanto forcejeo, dejando ver la parte superior de los firmes senos...se miraron a los ojos súbitamente serias. Claudia tiró del brazo de Maricela para llevarla frente a ella, y con una diligencia inusual desabrochó la rústica camisa de jean de Maricela...quién tiro los brazos hacia atrás para desprenderse de la misma, y luego abrazarse a Claudia que se movió lo suficiente para que los senos de ambas buscaran su acomodo en medio de una sensaciones táctiles que estaban haciendo eco repetido en sus vientres...por primera vez se miraron a los ojos y ambas vieron la misma pasión incontenible.
Maricela buscó la boca entreabierta de Claudia y se fundieron en el primer beso, una hoguera llena de promesas...una suavidad inesperada, unas lenguas tan juguetonas como las manos de ambas que corrían por todos lados sobre la ropa...fue el inicio de un festejo diferente y arrollador. Claudia se acercó al oído de Maricela y murmuró:
- Estoy enamorada de ti desde el primer momento en que te vi...quiero hacerlo contigo...
Maricela lanzó una contenida risita nerviosa, que nuevamente sorprendió a Claudia...la desconcertaba Maricela...la morocha acaricio el suave cabello color caoba de Claudia, mientras le murmuraba al oído:
- Sabes algo...hace tres años que me vuelves loca...cada noche que estuvimos juntas aquí preparando la tesis era una tortura...estar tan cerca y no poder tocarte...desearte y no poder estar contigo...
- ¿Y por qué nunca me dijiste?.
- ¿Y por qué nunca lo dijiste tú?.
Ambas rieron...no lo habían dicho antes por el mismo motivo...ninguna de las dos daba con el tipo que se supone tiene una mujer lesbiana...ambas eran ultra discretas, y ninguna se había atrevido a encarar antes una conversación que girara en el tema sexual...eran amigas sí, pero conversaban de tonterías o salían algún fin de semana al cine. Maricela apretó el abrazo de nuevo, atrapando la boca de Claudia con la suya, saboreando los labios tan bellos de su amiga...reconociéndola, mientras un aroma muy especial inundaba el pequeño apartamento...el aroma de hembra joven excitaba, que volvía loca a Maricela. Le quitó la camisa a Claudia y ella hizo lo propio con Maricela....después procedieron a quitarse los soutiens, liberando los senos que ya estaban hinchados a mas no poder...se acariciaron mutuamente, logrando con esas caricias una excitación aún mayor. Claudia comenzó a besar el cuello de Maricela, jugando con la oreja de la muchacha con su lengua, mientras Maricela masajeaba lentamente los pequeños senos de Claudia, apretándolos con moderada fuerza, logrando que se pusieran a punto de estallar.
- Me estas matando...
- Y vos a mí...- dijo Maricela, acercando su boca a los pezones de Claudia, chupándolos amorosamente, primero el uno y después el otro, tironeándolos con sus labios o dándoles unos tiernos mordisquitos...Claudia comenzó a jadear, estaba muriendo de ganas...tiró a Maricela, quién cayó sobre ella entre los almohadones...le urgía que Maricela hiciera algo para calmar su excitación.
Maricela levantó aún mas la falda de Claudia y tiró hacia abajo del elástico de los calzones, quitándolos y tirándolo al otro extremo de la habitación...miró el sexo de Claudia, totalmente depilado y con húmedos hilos de plata saliendo del interior de la vagina...chupó de nuevo los senos, mientras con sus dedos aleteó sobre los labios de la vagina mojada y caliente de su compañera. Metió tres dedos en la vagina de Claudia, que los sintió penetrar y empezar a trabajar allí dentro de un modo que denotaba conocimiento en las lides del amor...con firmeza y fuerza medida, moviéndose alrededor en busca de puntos sensibles o dando empujoncitos rápidos...Claudia se vino entre movimientos incontrolados de sus piernas, suspirando ruidosamente, pero Maricela no quitó los dedos...bajó la cabeza hasta el sexo de Claudia y comenzó a lamerlo de a poco, concentrándose en el clítoris mientras continuaba penetrándola con los dedos...Claudia tuvo un orgasmo como pocas veces, en espasmos de gozo y grititos de placer.
- Sos una guacha....pero que bien amas...- le dijo a Maricela atrapándola en sus brazos una vez que se recompuso un poco...ella estaba desnuda y la otra aún conservaba su ropa...la camisa y el soutien volaron, ante el ímpetu de una Claudia deseosa de amar a Maricela...se puso de pie y extendió la mano, invitadora...fueron hasta la cama y Claudia hizo que Maricela se sentara al borde de la misma, para poder quitarle los zapatos deportivos, luego el jean...y por último el calzón, para poder ver por primera vez el sexo también cuidadosamente depilado de su compañera sexual, completamente empapado en los jugos, con los labios abiertos e invitadores de una vagina urgida por ser atendida...cosa que Claudia estaba bien dispuesta a hacer...de rodillas frente a esas piernas abiertas e invitadoras acercó su boca al sexo de Maricela, echándole aliento caliente y húmedo cerca, haciendo que mil cosquilleos recorrieran el sexo depilado de la muchacha...la expectativa de lo que iba a suceder ponía a mil a Maricela. Cuando Claudia besó los labios de su vagina como si fueran una boca se vino sin poder contenerse, tan caliente estaba...la lengua de Claudia no se inquietó por ese hecho, sino que empezó a meterse atrevidamente dentro de la vagina, recorriendo la gruta mojada que sabía dulce...con la boca estimulaba el clítoris mientras la lengua parecía una lengua de fuego en el interior de Maricela...las manos de Claudia subieron y atraparon los senos de Maricela, masajeándolos al tiempo que trabajaba con su boca en el sexo...el orgasmo de Maricela fue grandioso, pero como Claudia continuaba estimulando la vagina parecía tener vida propia y seguía moviéndose hasta que Maricela pidió:
- Por favor basta...no soporto mas...dejame recuperar un poco...
Claudia se sentó junto a Maricela y comenzaron a besarse, restregando sus senos desnudos, que de inmediato reaccionaron adquiriendo la dureza de una piedra, las lenguas se enlazaban en la boca mezclando los sabores de ambas con la saliva...en el aire el olor a sexo era mas que reconocible...pocos minutos después estaban las dos hirviendo de deseo nuevamente...era increíble como sus cuerpos pedían mas a pesar de sentir ya el cansancio.
- Quiero hacer algo especial...
- Lo haremos mi vida - murmuró Maricela, haciendo que Claudia se tendiera de espaldas en la cama...luego se puso sobre ella, dejando su sexo a la altura de la cara de la joven, mientras con su lengua comenzaba a explorar nuevamente el sexo de Claudia, inquisidora, metiéndose cada vez mas adentro...Claudia trataba de dividir su atención entre las sensaciones que sentía en su vagina y la visión de la vagina hinchada de Maricela frente a su cara...comenzó a lamer rítimicamente de arriba a abajo, sin penetrar con la lengua...Maricela se movía para querer incrementar la sensación al tiempo que atrapó de golpe el clítoris de Claudia con su boca y lo succionó con fuerza...Claudia ahogó un gritito, apartó su boca de la concha de Maricela y metió los dedos en la vagina que tenía frente a sí...uno..dos....tres dedos desaparecieron en la cueva avida de Maricela, que trataba de continuar con su trabajo sincronizado de succión pero estaba sintiendo que el orgasmo le llegaba mientras Claudia seguía con su mete y saca fomentado por sentir la inminencia de su propio orgasmo...ambas terminaron al mismo tiempo, entre espasmos y ruidosos suspiros. Se quedaron como muñecas de trapo, tiradas en la cama, una hacia los pies y la otra hacia la cabecera, agotadas por la sesión amorosa que protagonizaran...Claudia recuperó aliento antes que Maricela, por lo que se sentó sobre las nalgas de la morocha y comenzó a masajearle lentamente el cuello...bajando luego por la espalda, en una caricia sensual e invitadora...Maricela sentía que el sexo de Claudia comenzaba a arder, apoyado en sus nalgas.
- ¿Otra vez? - preguntó risueña...Claudia no respondió, sino que continuó el masaje en la espalda de Maricela, pero no con sus manos...sino con sus senos, mientras mordisqueaba la oreja pequeña y bien formada de la joven...se estaba revelando como una amante insaciable...frotaba su sexo contra las nalgas de Maricela, que estaba demasiado agotada para responder excitándose por el momento, pero acompañaba el movimiento de frotación de Claudia con movimientos de su cadera para ayudar a que la otra calmara su deseo...otro orgasmo sacudió el cuerpo de Claudia, que esta vez sí se agotó....se acostó sobre la espalda de Maricela, agitada y sudorosa.
- Sos insaciable...
- Solo déjame recuperar aliento y te respondo...
- ¿No que nosotras trabajamos mañana y por eso nos fuimos del bar?.
- Una no recibe un título todos los días...ni descubre un cuerpo largamente deseado todos los días...creo que la oficina puede quedar en el olvido por un día - respondió Claudia, mientras comenzaba a acariciar nuevamente a Maricela...
1 comentario:
A quién corresponda: he intentado comunicarme con ustedes por el e-mail que aparece en este blog sin obtener respuesta.
Mi nombre es Mariela y me gustaría que, tal como lo declaran en vuestro blog, den la autoría correspondiente a este relato, que es mío, y que ustedes han extraído completo de mi web de www.relatoslesbicos.homestead.com sin hacer mención en ningún lugar del mismo.
Muchas gracias.
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