Trabajo universitario
Bien, esto me pasó hace algunos años con unas compañeras de la universidad. En aquel entonces tenía 23 años (actualmente tengo 26) y estaba a la mitad de mi carrera universitaria. En aquella época yo me consideraba bisexual, aunque mis relaciones con hombres se reducían a 2, mientras que con chicas eran algo así como 3 veces más (mi primera vez con una chica fue a los 17), aun no me atrevía (no sé por qué) a considerarme completamente lesbiana.
En ese semestre tuve que tomar una materia muy aburrida donde sólo te mandaban a hacer investigaciones y a escribir largos y aburridísimos informes sobre ellas. No conocía a ninguna de las personas que veían esa materia conmigo ya que mis amistades ya habían tomado ese curso antes. Además como dicho curso sólo tenía 3 horas, 1 solo día a la semana y todos los trabajos que el profesor mandaba eran individuales, pues no había procurado tampoco hacer alguna amistad ahí.
Pero ya casi finalizando el semestre (faltaban más o menos como 3 semanas para terminar), el profesor nos pidió hacer una investigación estadística muy ambiciosa y por eso nos ordenó que nos agrupáramos para hacerlo en equipos de 3 personas. El día en que ocurrió esto yo llegué tarde a clase. Bueno, total que cuando llegué ya todos los grupos estaban formados, pero había 1 que sólo tenía 2 integrantes, así que el profe me metió en él.
Eran dos chicas, Jennifer y Andrea. Yo las conocía de vista y de habernos cruzado un par de palabras alguna vez pero más nada. Inmediatamente fui y las busqué para ponernos de acuerdo de cómo íbamos a hacer el trabajo. Me senté con ellas para terminar de oír la clase y cuando ésta terminó fuimos al cafetín y ahí empezamos a charlar del trabajo y a conocernos un poco ya que prácticamente no nos conocíamos.
Las dos chicas me cayeron súper bien, ambas eran muy chéveres. Al principio sólo hablamos del trabajo, pero luego cuando empezamos a hablar de nosotras y luego de otras cosas, pues rápidamente entré en confianza. Ellas eran muy cálidas y me empezaron a tratar como si nos conociéramos de toda la vida (cosa que me gustó mucho). Antes de despedirnos decidimos citarnos en algún momento de la semana para cuadrar bien qué días íbamos a trabajar.
Desde un principio ambas chicas me gustaron mucho. Las dos eran muy lindas físicamente. Las 3 teníamos la misma edad, y más o menos la misma contextura física. Jennifer era una rubia de cabello liso largo, ojos azules muy claros, medía algo así como 1.72 m., piel blanca pero bronceada (se notaba que iba con frecuencia a la playa), su rostro era muy lindo con unos labios carnosos que provocaba besarlos, y sus medidas eran como 90-60-90. Andrea por su lado tenía el cabello largo y negro azabache lo cual contrastaba con su piel blanca. Detrás de sus anteojos tenía unos hermosos ojazos negros. Su rostro también era muy lindo aunque sus labios no eran tan gruesos como los de Jennifer. Esta niña medía más o menos mi misma altura 1.69 m., y sus medidas eran como 93-60-92. Y pues por mi lado yo tengo el cabello largo castaño oscuro, ojos cafés, piel blanca, mido 1.69 m., mis medidas son 92-60-91, y pues las personas que me conocen dicen que soy muy linda.
Bueno, a mediados de la semana cuando nos volvimos a ver cuadramos en empezar a trabajar el lunes de la semana próxima, cosa que al principio no me gustó mucho, ya que esa semana sería Semana Santa y como durante toda la semana no hay clases, pues yo ya tenía otros planes, pero bueno, como ellas se empeñaron tuve que aceptar. Los padres de Jennifer tenían una casa en la playa así que ella nos propuso el pasar la semana en la playa y pues mientras estuviésemos ahí haríamos el trabajo. Al final las 3 estuvimos de acuerdo y fijamos en irnos para la playa el domingo en la tarde.
Pues así fue, llegó el domingo y yo sin muchos ánimos esperaba a mis dos compañeras que me pasarían buscando. Pensaba en lo aburrido que sería ir con los padres de Jennifer, cuando de pronto las chicas llegaron a mi casa. Me sorprendió ver que sólo estaban ellas dos en la Blazer (Jennifer manejando). Al montarme le pregunté que dónde nos encontraríamos con sus padre, y ella me respondió que sus padres no irían, que estaríamos sólo las 3 en la casa. Al oír eso me animé mucho, ya que así, pues cambiaba mucho el panorama.
Tardamos más o menos 3 horas en llegar a la playa. Por el camino la pasamos muy bien, charlando, riéndonos de nuestros cuentos, oyendo música. Pero cuando llegamos realmente me sorprendí. La casa quedaba en una urbanización privada muy exclusiva a las afueras de un pueblito costero muy conocido en mi país. Y la casa sencillamente era espectacular, inmensa, toda una mansión. Yo no sabía que los padres de Jennifer eran gente tan adinerada, pero en ese momento me enteré.
Cuando llegamos ya era de noche, así que no hicimos mucho. Jennifer me mostró toda la casa (Andrea parecía conocerla muy bien, con seguridad ya habría ido varias veces). Me comentó también que realmente estaríamos muy solas ya que como era Semana Santa su padre siempre le daba permiso de salida al personal de servicio, así que tendríamos que cocinar nosotras mismas, etc. Aunque había 2 cuartos de huéspedes Jennifer nos preguntó si queríamos dormir cada una en uno de los cuartos o si preferiríamos dormir todas juntas en el suyo. Andrea se me adelantó y dijo que mejor todas juntas para que así pudiéramos conversar al acostarnos. Yo acepté.
La habitación de Jennifer era muy grande y linda. Empezamos a acomodar nuestras cosas en el closet y Jennifer nos dijo que luego iríamos a algunos de los otros cuartos para traer dos camas más. Ambas asentimos. Pero como ya teníamos mucha hambre fuimos primero a ver qué cocinábamos para comer.
La velada la pasamos maravillosamente. Cocinamos juntas, comimos y luego seguimos hablando de nosotras, nos contamos muchas cosas. Cada minuto que pasábamos juntas nos llevábamos mejor y yo sentía que me compenetraba más con ellas. Bebimos algunas cervezas mientras hablábamos y así perdimos la noción del tiempo. De pronto miré mi reloj y me di cuenta que eran las 2:00 a.m. Se lo hice saber y decidimos irnos a dormir. Realmente estábamos cansadas. Cuando entramos a la habitación nos recordamos que no habíamos traído las otras camas. Las tres nos miramos y nos dio mucha pereza el ir a buscarlas, así que decidimos dormir las 3 en la cama de Jennifer, total, era una cama matrimonial inmensa y todas cabíamos perfectamente en ella. Yo me metí al baño un momento para cambiarme y ponerme un baby doll muy lindo que me había llevado y cuando salí ya mis 2 amigas estaban en la cama. Me acerqué y cuando me estaba metiendo bajo las sábanas me di cuenta que ambas estaban en ropa interior, pero no le di importancia a eso y me acosté. Aunque seguimos hablando, rápidamente las 3 nos quedamos dormidas.
Esa noche hizo mucho calor. Me desperté empapada en mi sudor. Miré mi reloj, eran las 5:30 a.m. Pensé en darme una ducha y mientras me estiraba miré hacia el otro lado de la cama y no había nadie. Mis amigas no estaban. Eso me extrañó mucho así que me levanté de inmediato y las comencé a buscar. Cuando salí del cuarto oí el ruido de una ducha así que fui directamente al baño. Imaginé que las chicas tendrían tanto calor como yo y decidieron ir a ducharse también. Cuando llegué al baño la puerta no estaba bien cerrada, así que la empujé suavemente y entre sin hacer ruido y lo que vi me paralizó. Andrea y Jennifer se estaban duchando juntas. En realidad no le podía ver sus rostros claramente, pero si se veía la silueta de sus cuerpos a través de las portezuelas semi-transparentes que encierran la ducha. Esa visión me excitó mucho, ambas estaban muy juntas disfrutando del agua que caía sobre sus cuerpos. Podía ver que Jennifer tenía sus mano puestas en las caderas de Andrea, mientras ésta le enjabonaba los senos. Cada vez me excitaba más y más. Andrea pasaba el jabón por todo el cuerpo de su amiga. Cuando le enjabonó la espalda ambas quedaron totalmente abrazadas. De pronto Jennifer puso su cara frente a la de Andrea, y vi lo que pareció un beso. Yo estaba sobrecogida ante aquella visión pero de pronto oí que Andrea le decía a Jenny que mejor se apuraban porque yo me podía despertar. Sentí miedo de que las chicas se dieran cuenta que las estaba espiando así que rápidamente salí del baño y corrí hasta la cama. Me metí bajo las sábanas y me hice la dormida.
Al rato sentí que mis dos amigas llegaban a la cama. De pronto sentí como muy delicadamente Andrea asomaba su rostro sobre mi hombro, seguramente para verificar si aun dormía. Yo cerré mis ojos y traté de parecer lo más dormida posible y creo que sí se lo creyó. Al rato me quedé dormida de verdad.
Cuando me volví a despertar ya eran las 10:00 a.m. Nuevamente mis amiguitas ya no estaban en la cama. Al bajar por las escaleras oí voces en la cocina. Y en efecto ahí estaban las dos chicas haciendo el desayuno. Ambas estaban en short y franelilla y ambas estaban descalzas. Yo bajé aún con mi baby doll puesto.
- Épale loca, al fin te despertaste -me dijo Andrea-, vente que vamos a desayunar.
Todo parecía normal. Ambas me hablaban como si nada hubiera pasado, así que asumí que no se habían dado cuenta. Mientras ellas me hablaban, yo pensaba en lo que había visto, y en lo lindas que ambas se veían. Pensaba en lo mucho que me gustaría tener algo con ellas, pero no sabía cómo reaccionarían. Tal vez eran novias y no les gustaría un trío. Además me caían muy bien como amigas y no pensaba arriesgar eso. Así que pensé que si algo iba a pasar sería mejor que ellas tomaran la iniciativa.
Bien, pues así pasó el lunes, nos pusimos de lleno a hacer el trabajo y eso ocupó todo nuestro día. El trabajo realmente era muy extenso y nos llevó hasta el miércoles terminarlo. Para ese entonces no había vuelto a pasar nada entre mis amigas, al menos nada que yo percibiera. De hecho, ya para ese momento me había hecho a la idea de que ya no iba a pasar nada, así que trataba de conformarme con disfrutar de su compañía y de lo chévere que eran conmigo.
Ya eran como las 5:00 p.m. cuando terminamos el trabajo y las chicas estaban algo cansadas al igual que yo así que fuimos a descansar un rato. Esta vez yo fui la primera que me desperté y ya eran las 11:00 p.m. Cuando miré a mis amigas aún dormían. Andrea que siempre dormía en medio, estaba abrazando por la espalda a Jenny. Me quedé un rato mirándolas, se veían muy hermosas y me provocaba comérmelas a besos. Pensé en despertarlas, así que fui corriendo a la cocina y busqué unas cervezas.
Cuando regresé nuevamente a la cama tomé una de las botellas y se la pasé por la espalda a Andrea. La chica lanzó un gemido muy rico mientras se despertaba estremecida por el frío ya que la botella estaba helada. Jenny también se despertó con el movimiento.
- Arriba niñas -les dije- hay que celebrar que ya terminamos el trabajo.
- ¿Qué pasa...? -decía Jennifer aún medio dormida.
- Pues esta loca que me puso esta cosa en la espalda -decía Andrea mientras se sentaba en la cama.
- Sí vamos, vamos, arriba las dos...
Me bajé de la cama y fui al radio y puse un CD de música movida a todo volumen, luego me monté en la cama de nuevo y empecé bailar al ritmo de la música. Ambas me miraban y se reían. Al empezar la otra canción tomé a Andrea de las manos y la hice pararse para que bailáramos juntas. Las 3 nos reíamos como bobas. Andrea y yo bailábamos muy juntas, de pronto ella me puso sus brazos sobre mis hombros así que yo le puse mis manos sobre sus caderas. Miré a Jenny y ella nos miraba muy pícaramente mientras seguía bebiendo. Al rato se paró y se unió a nosotras. Nos bajamos de la cama pero seguimos bailando y bebiendo las 3 juntas.
Después de un largo rato de bailar estábamos exhaustas y algo mareadas. Yo les propuse que fuéramos a bañarnos en la playa y ambas aceptaron.
Fuimos a buscar nuestros trajes de baño. Las 3 teníamos bikinis. Las dos chicas de desnudaron delante de mí (tal vez por lo alegres que ya estábamos) y yo hice lo mismo. Ambas eran muy hermosas. Jenny tenía sus senos redonditos y paraditos. Sus pezones eran pequeños y rozados. Los senos de Andrea eran un poco más grandes que los de Jenny y sus pezoncitos eran marrones como los míos. Andrea estaba totalmente depilada pero Jenny sí tenía algunos vellitos rubios sobre su monte. Los culos de ambas eran redondos y respingones. No pude evitar mirarlas descaradamente ya sin importarme si se daban cuenta o no. Mi sorpresa vino cuando noté que ellas también me miraban a mí así. Nos terminamos de poner nuestros bikinis, metimos en un bolso 3 toallas y salimos por el patio hacia la playa.
Pese a que era de noche había una cierta claridad ya que la luna se reflejaba en su totalidad en el agua. Jenny y yo instintivamente miramos a los alrededores buscando gente, y para nuestra suerte no se veía a nadie cerca. Ambas llevábamos tomada de las manos a Andrea ya que ella sin lentes no veía mucho. De inmediato las 3 nos metimos al agua tomadas de las manos. Nos adentramos en el agua hasta que nos llegó un poco más arriba del ombligo. Ahí empezamos a jugar a empujarnos y a mojarnos todas. Y en medio de ese jugueteo vino una ola y nos sorprendió. Cuando pude sacar mi cara a la superficie vi que la ola le había quitado la parte superior del bikini a Andrea. Las 3 nos reímos mucho y tratamos de localizarlo pero fue inútil. En un descuido Andrea se me acercó por la espalda y me sacó mi bikini y me dijo que si ella se tenía que bañar desnuda, entonces todas lo haríamos. Yo acepte riéndome y entonces ambas nos fuimos contra Jenny y le quitamos el suyo, sólo que a ella le quitamos el bikini completo. Eso inició un juego de desnudos, ahora contra Andrea, y al final ellas dos vinieron contra mí y me quitaron la parte inferior.
Ya las tres estábamos totalmente desnudas. Seguíamos jugando, empujándonos hasta que de pronto vi como Jenny se fue contra Andrea y la abrazó. Las dos chicas empezaron a acariciarse muy eróticamente. Sus pechos estaban unidos unos contra otros. Andrea acercó sus labios contra los de su amiga y se besaron. Yo las miraba encantada cómo sus labios se deslizaban unos sobre los otros. Abrían las bocas para meterse sus lenguas. Andrea subió sus brazos y rodeó el cuello de Jenny mientras ésta la abrazó por la cintura. Cada vez sus cuerpos se pegaban más y más durante ese beso que no parecía tener fin. Andrea comenzó a subir una de sus piernas y la posaba sobre las nalgas de Jenny como para tratar de subirse en ella pero el movimiento del mar se lo impedía. De pronto una ola fuerte nos golpeó y las separó.
Las chicas me miraron sonriendo maliciosamente. Podía ver la pasión en sus ojos. Se me acercaron, Jenny se puso a mi espalda y Andrea frente a mí.
- Aleja no te asustes, no nos tengas miedo, verás que lo vamos a pasar muy bien -me dijo Andrea mientras me miraba fijamente con sus ojazos negros-.
Claro, ellas no sabían que a mí también me gustaban, y pues se me ocurrió que les seguiría el juego haciéndome la inocente.
- ¿Qué me van a hacer? -les pregunté- .
- Te vamos a hacer feliz -me susurró Jenny al oído mientras me empezaba a morder la oreja-.
continua abajo....
viernes, mayo 04, 2007
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