La escritora
Vita Sackville-West, cuyo nombre completo era Victoria Mary Sackville-West, nació el 9 de marzo de 1892 en Kent (Inglaterra). Era hija única de una familia aristocrática que poseía la famosa casa Knole en Kent (la casa privada más grande de Inglaterra, con 365 habitaciones, 52 escaleras y 7 patios). Su padre, Lionel Edward, era el tercer barón de Sackville. Su madre, Victoria Josefa Dolores Catalina Sackville-West, era prima hermana de Lionel Edward e hija ilegítima del diplomático Sir Lionel Sackville-West y de una bailarina española llamada Josefa Durán (Pepita). Vita fue educada en casa, como era costumbre en la época. Su madre, muy dominante, decía que era fea. A los diez años, Vita conoció a
Violet Trefusis (Violet Kepple de soltera), quien también sería escritora posteriormente. Ambas niñas asistieron al mismo colegio durante varios años y allí se enamoraron. A los once años Vita ya componía sus primeras baladas. Su relación con Violet prosiguió, a pesar de lo cual Vita
se casó en 1913 con Sir Harold Nicolson, escritor y diplomático, para evitar habladurías. Su marido, también con inclinaciones homosexuales, consentía la relación lésbica de Vita con Violet, situación conocida en Inglaterra pero silenciada por la prensa. Harold y Vita vivieron juntos un largo tiempo en Persia y luego volvieron a Kent. A Vita le apasionaba la
jardinería: escribió libros sobre el tema y construyó los jardines del castillo de Sissinghurst, en Kent, donde vivió. Vita tuvo
dos hijos, Benedict y Nigel, pero quedaron a cargo de las niñeras mientras ella se iba de vacaciones con Violet a Cornwall. En 1918 Vita se disfrazó de hombre y se hizo llamar Julian en un viaje realizado a París junto a Violet. Una psiquiatra americana calificó el comportamiento de Vita como una "perversión femenina" llamada travestismo y la incluyó entre desviaciones tales como la necrofilia o la pedofilia. Pero si Vita se vestía de hombre no era por parecerse a ellos sino como
reivindicación de su lesbianismo y para poder acceder a sitios donde sólo podían ir las parejas. En 1919, su amiga y amante, Violet, se casó con Denys Trefusis, también por conveniencia, y como condición para el matrimonio le hizo prometer que jamás mantendría relaciones sexuales con ella. Vita y Violet volvieron a irse de vacaciones durante dos meses al sur de Francia. En 1920, el marido de Vita le contó que Denys había mantenido relaciones con Violet; Vita se sintió traicionada y no volvió a verla más. En 1923 el crítico de arte Clive Bell, integrante del "grupo Bloomsbury", le presentó a la famosa escritora
Virginia Woolf y ambas se hicieron amantes. En 1927 Vita
recibió el premio Hawthorne por su más famoso poemario,
El país. Lionel, su padre, murió en 1928 y su tío heredó la Casa de Knole. Virginia Woolf, en 1929, publicó la novela
Orlando, basada en la biografía de Vita. En esa novela, una narración claramente lesbiana, la protagonista es una escritora de clase media-alta que siente un especial afecto por las mujeres aunque acaba casándose para liberarse de la presión social de la época. Otra amante de Vita fue Rosamund Grosvenor, una chica cuatro años mayor que ella. A partir de 1930 Vita Sackville-West escribe sus dos obras más famosas,
Los eduardianos (1930) y
Toda pasión apagada (1931), un retrato de la clase alta inglesa de la época. En 1937 escribe
Pepita, una narración basada en la vida de su abuela, una bailarina española llamada Josefa Durán. Además de sus libros de jardinería, novelas y poemarios, escribía una columna regularmente en el periódico
The Observer. La Sociedad Real de Horticultura premió su pasión por la jardinería en 1955. Vita murió de cáncer el 2 de junio de 1962 en su castillo de Sissinghurst.
Cita de Vita Sackville-West sobre el lesbianismo:
"No conozco ningún relato verídico de este tipo de relaciones, ninguno que se haya escrito sin la intención de provocar el regocijo vicioso de los posibles lectores. Tengo la convicción de que, a medida que avanzan las edades, y los sexos se van mezclando debido a sus crecientes semejanzas, esas relaciones dejarán de ser consideradas meramente antinaturales y se las comprenderá mucho mejor, no sólo en su aspecto intelectual sino en el físico. La psicología de personas como yo será entonces asunto interesante, y habrá de reconocerse que hay mucha más gente de mi tipo que lo aceptado hoy día en un sistema hipócrita". Citado de: Autobiografía, Vita Sackville-West.
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