Viernes
Sandra paso el día como león enjaulado en su oficina, totalmente histérica, inquieta...ese sábado llegaba Rosana, y no había podido hacer ni una de las cosas que había planeado para recibirla, no le dio el tiempo...en la locura de los días, de un trabajo al otro, había prospuesto de un día a otro esos preparativos y hoy caía en la cuenta que ya no tenia mas tiempo. Rosana llegaba al día siguiente y Sandra estaba muy enojada consigo misma por haber dejado perder la semana sin preparar nada. Había pensado mandar flores a la habitación de Rosana para que las viera al llegar, pero ya eran las 8 de la noche y no quedaba ni una sola florería abierta, había pensado en comprar vino, ese vino del que tanto habían hablado en esos años de chateo e intercambio de mails para que Rosana supiera como era el sabor del vino nacional, había pensado en llevar a lavar y encerar el modesto auto que tenía, comprarle unas fundas nuevas a los asientos, velas perfumadas para ese su primer encuentro, pero ya era viernes y nada de eso había podido hacer.
El nerviosismo se le notaba a Sandra a tal punto que su jefe le preguntó mas de un par de veces si todo estaba bien en casa, si tenía algún familiar enfermo...hay cosas que no pueden ser simuladas ciertamente. Tener la oportunidad de conocer a una mujer con la que durante cinco años había construido una relación de amigas - confidentes - amantes virtuales cuando esa posibilidad siempre había estado fuera de los planes de Sandra no era algo que sucediera todos los días. Era algo que ocurría solo una vez en la vida.
Lo que había comenzado como inocentes conversaciónes de chat, dado que ninguna de las dos entraba a buscar algo mas como era la norma, había tomado giros totalmente inesperados en la vida de ambas. La atracción no podían negarla como tampoco podían dejar de ver los miles de kilómetros que separaban la posibilidad de una relación en tiempo real, por eso la resistencia de los primeros meses, el prometerse no enamorarse cosa que no pudieron evitar, la decisión conjunta de ambas de tomar conciencia de que ese amor no tenía futuro por lo tanto lo mejor para ambas era buscar a alguien de su país.
En cinco años pasan muchas cosas en la vida de una persona. En la vida de ambas también se fueron sucediendo los cambios, quedando cada año solo como constante ese cariño incondicional, la atracción tanto física, ese jugueteo sensual y a veces directamente sexual, la intimidad, la complicidad...tantos nombres para dar a esa relación que no podía definirse ni mucho menos explicarse racionalmente. El corazón tiene razones que la razón no comprende, frase trillada pero perfectamente aplicable en el caso de Sandra y Rosana. Tanto Sandra como Rosana habían cambiado de aquellas mujeres que una noche se cruzaron en un chat al que habían entrado para matar el aburrimiento. Rosana había progresado mucho en su carrera profesional, tanto que ahora podía pagar ese viaje sin problemas, conoció un par de personas que no se tornaron importantes en su vida . Sandra en cambio paso por todo tipo de problemas familiares, económicos, de trabajo que la habían sumido en varios meses de profunda depresión, que solo supo notar Rosana y de la que salio en un mucho gracias al constante apoyo que recibió de ella en esos meses.
Mientras pensaba en todo eso Sandra seguía aturdida, sin poder creer que la vería realmente al día siguiente...también como enojada por no haber participado en los preparativos en los que Rosana ponía tanta ilusión desde que le comunicara, unos meses atrás, que esta vez iba a ir y no le iba a permitir un no como respuesta. Sandra había decidido esconderse de Rosana al sentir que no podía darle nada...que no estaba en condiciones de ofrecerle nada a esa mujer que la amaba de un modo como probablemente nadie la había amada jamás. Y si bien verla era una de las cosas que mas había deseado, su parte lógica y racional le decía que no tenía derecho a dejar que Rosana dejara pasar su vida en pos de un amor virtual que tenía pocas probabilidades de tornarse real alguna vez. Si realmente quieres a alguien no lo anulas ni le cortas las alas para ser feliz pensaba Sandra, así que se alejó mucho afectivamente de Rosana, muchísimo, pensado que así lograría que ella tomara otras decisiones para su vida, dejaría de quererla y podría abrir los ojos a alguien mas.
Sin embargo la terca insistencia de Sandra en ese tema parecía no hacer mella en el empecinado amor de Rosana. La primera vez que Rosana le propuso venir a conocerla Sandra le dijo no y se escondió lo mas lejos posible de ella, por miedo, por miedo a que toda su vida se viniera abajo, por miedo al día después de que Rosana se fuera, por miedo al dolor. Se había prometido no volver a llorar por Rosana, no pensó en lo mucho que le dolió a Rosana el recibir ese no.
Todo tipo de cosas sucedieron en la vida de Sandra después de ese episodio, cosas que la llevaron a no decir "no" la segunda vez que Rosana le propuso venir a verla...en realidad Sandra también necesitaba verla, necesitaba tenerla frente a sí, comprobar que lo mas sólido que tenía en los últimos cinco años de su vida era real y no solo un cúmulo de palabras en un chat y cientos de e-mails. Y aunque acepto le costo tomar conciencia de que era a ella, a Sandra, que le estaba pasando...que no era a ella que estaba por vivir lo mas grande que pudiera pasarle en toda su vida.
"Unos días Sandra...unos días sin promesas, sin reproches, sin exigencias, sin planes de futuro...unos días para nosotras, unos días de amor perfectos...unos días que nos permitan seguir andando sin desmoronarnos. Un paréntesis en el correr de los días...solo eso te pido." Esa fue la propuesta de Rosana, y Sandra dijo si, recordando unas palabras cruzadas en una de esas noches de chat, en que Rosana dijo que prefería solo una noche de amor perfecto a no conocerlo jamás.
Sábado
Sandra fue temprano al trabajo, como detestaba esas horas...esas horas que harían mas larga la espera para poder reunirse con Rosana, que le impedían de ir a buscarla al aeropuerto, aunque Rosana le había dado un buen punto, le había dicho "Quiero abrazarte y se vería muy raro frente a tanta gente". Acordaron entonces que ella tomaría un remise desde el aeropuerto al hotel y que Sandra iría hacia allá cuando terminara su labor.
Hubo mucho movimiento en la mañana, lo que le permitio a Sandra no quedarse quieta y le ayudó muchísimo a simular el nerviosismo que crecía minuto a minuto. Tenía un monton de miedos y dudas...¿le gustaría a Rosana?. ¿Le gustaría la ropa que había escogido o era demasiado formal?....no tenía tiempo de ir a casa a cambiarse o mas bien no quería perderlo en eso, por eso la elección había sido un traje de dos piezas chaqueta y pantalón negro y una camisa roja...le hubiera gustado escoger algo mas sensual, o unos jeans que sabía le sentaban mejor, pero al mismo tiempo quería que Rosana viera su día a día, que viera a la mujer con la que se comunica a diario no a la que se prepara para salir...solo esperaba no verse tan formal como para no gustarla a Rosana o que ella pensara que era una pretenciosa.
Esas fueron las horas mas largas en la vida de Sandra, miro el reloj unas 300 veces, totalmente ansiosa, el estómago cerrado por causa de los nervios...a las 3 de la tarde salió y fue directo al hotel, conduciendo al coche que antes paso a buscar por el lavadero de autos.
Estuvo mas de diez minutos parada en esa calle, al costado del hotel, para poder calmarse, que el corazón dejara de latir y tomar aire...bajó del auto, fue hasta la entrada...se detuvo unos segundos, entró, llegó a la recepción. La chica la miró y sonriendo muy profesionalmente preguntó:
- Buenas tardes ¿en que podemos ayudarle?.
- Busco a la señora Rosana Calvo, debió registrarse esta mañana.
Los pocos minutos que se tomó la recepcionista para buscar los datos fueron los mas tensos del mundo para Sandra...el corazón latía esperando un "no señora, no hay nadie registrada con ese nombre". La chica levantó la vista, sonrio y dijo:
- Si señora, ya está en el hotel, aguarde un minuto.
Llamó a Rosana mientras el estómago de Sandra se apretaba totalmente y el corazón parecía querer salir por su boca. La oyó hablar con Rosana, cortar la llamada y decirle:
- Suba señora, esta en la 1101.
Cada piso fue torturante, el corazón de Sandra golpeando en el pecho con una fuerza que no había conocido hasta ahora. Salió del ascensor, recorrió el pasillo, corroboro el número...1101...la puerta estaba abierta pero de todas maneras dio un par de golpecitos antes de entrar. Entró y la vio, parada frente a la ventana...Rosana la miraba como quien ve a la octava maravilla del mundo y murmuró.
- Dios, no puedo creerlo...
Sandra se paralizó totalmente, incapaz de hacer algo mas que mirarla profundamente a los ojos, queriendo asegurarse que era verdad...Rosana se acercó, Sandra abrió los brazos y Rosana rodeo la cintura de Sandra con los suyos....el abrazo fue simplemente perfecto. Sandra sentía temblar a Rosana de pies a cabeza, o quizás era ella quién temblaba, era imposible determinarlo...era imposible notar quién de las dos tembabla mas o cual de los corazones latía mas fuerte...se separaron un poco y Sandra recorrió la cara de Rosana con sus dedos, sintiendola respirar agitada, la recorrió con la punta de sus dedos sintiendo la textura de esa piel...necesitaba convencerse de que sus ojos no mentían, que esta vez veía a la mujer real y no a una fotografía...le encantó totalmente Rosana, esos ojos oscuros, la boca...la había imaginado un poco mas alta pero no imporataba eso, si importaba que le encantaba ese cuerpo menudo que podía abarcar totalmente en un abrazo, quería apretarla, estrujarla, meterla dentro de su pecho. No podía hacer uso de las palabras, simplemente no salían de su garganta...Rosana en cambio le acariciaba el rostro y decía palabras.
- Que hermosa eres mujer...que hermosa....mira esos ojos...¿no dices nada?.
- Eres mas baja de lo que pensé - fueron las únicas palabras que salieron de los labios de Sandra, atropelladas, totalmente fuera de contexto. Rosana rió de ese modo que solo ella podía, con la boca, con los ojos, con el alma reflejada en la mirada...verla sonreír fue demasiado tentador, Sandra acercó su boca a la de Rosana y por primera vez los labios se juntaron en un beso real...en ese beso desaparecieron los miedos, las incertidumbres, hasta el equilibrio porque sin saber cómo Sandra cayó y Rosana cayó sobre ella...nunca supo si se había mareado, perdido pie o simplemente el mundo se desvaneció en ese instante, lo cierto es que ambas terminaron en el piso, mirándose, riendo....
Rosana le había dicho sin promesas, sin exigencias y que quizás, solo quizás y si Sandra quería, le encantaría hacerle el amor en ese encuentro...mientras Rosana solo esperaba poder hacerle el amor, Sandra tenía la absoluta seguridad de que si la tenía en sus brazos sería lo que haría. Por mas que había intentado no aceptarlo e incluso le había dicho a Rosana que nada pasaría entre ellas, en ese momento, con el cuerpo de Rosana sobre el suyo, sintiendo el calor de su piel supo que no podía evitar hacerle el amor...porque solo haciendole el amor podía expresarle lo que no podía con palabras, solo podía ser dicho con caricias esos cinco años de amor y de espera, esos cinco años de desear poder tocar su cuerpo, recorrerlo, besarlo...amarla...tocarle los senos, sentir su piel desnuda contra la suya, conocer finalmente que cara pondría Rosana al excitarse o de que modo gemiría al explotar el orgasmo...recorrer ese cuerpo que desde el abrazo parecía acoplarse al suyo de modo tan perfecto.
Las risas dieron paso a la seriedad, a la ansiedad de las manos por desprender botones de las camisas, por acariciarse allí mismo en el piso, volver a besarse...se pusieron en pie y se sentaron en la cama, Sandra liberó los senos de Rosana que saltaron, erguidos, excitados...eran grandes, tal como a Sandra le gustaban, tal como los había imaginado en las noches de ciber pasión de los primeros tiempos...las manos recorrían el cuerpo menudo de Rosana...
- ¿Te gusto?.
- Me encantas mujer...como me encantas...
- Mire que son de mentira ¿eh? - bromeo Rosana. Por respuesta Sandra acerco su boca al seno derecho y lo recorrió con un sensual lametazo que hizo estremecer a Rosana.
- No lo creo.
Rosana pasó la mano por la nuca de Sandra para acercarla a sus labios, para volver a besarla con pasión, con profundidad...Dios cuanto amaba a esa mujer, bendito paréntesis aunque tuviera que sufrir en tres días cuando se fuera nada era mas importante que ese momento. Ayudó a Sandra a quitarse la camisa, luego sacó el soutien, quería verla, verla sin ropa, desnuda, deseosa...se miraban a los ojos mientras iban desnudándose mutuamente y las ropas quedaban apiladas sin orden ni concierto al costado de la cama. Rosana le probó a Sandra que no fanfarroeaba al decirle que sabía como usar su boca y no solamente para besar, logró enloquecerla totalmente...pasaron horas haciendo el amor, mirándose, tocándose, hablando....
(escrito por Rosana en su diario días mas tarde "Te vi llegar, tu rostro reflejaba miedo e incertidumbre, yo temblaba tanto que al abrazarte no sabia si era mi cuerpo en que no podia sostenerse, no pude dejar de temblar hasta que tus brazos me dieron paz y certidumbre, imposible dejar de tocarte, dibujar tu rostro con mis manos, mis ojos veian cada centimetro.. Dios.. que hermosa mujer!... nunca antes unos ojos tan hermosos, las manos no ceden en su afan de tocarte, como entes individuales haciendo a su antojo, en su afan de saberte verdad y existencia.. y ahi estabas, frente a mi.. las palabras y el tiempo desaparecieron, enmudeci ante esa grandeza, ante ese momento, no sabia como reaccionar, los besos tan esperados, que labios tan hermosos, mirada tan llena de paz, la textura de tu piel, tu talle tan pequeño, tiene el tamaño exacto de mis brazos, necesito reconocer esas manos, ese olor.. existes, en mi cuerpo y en mi alma.. existes Sandra.. el pimer beso, que extraña sensacion, temia tanto al rechazo, a no congeniar, a no poder tocarte... pero el cielo se pinto de dorado y rojo...."
Domingo
Sandra tuvo que irse a casa de su madre a hacer unas cosas pero se las ingenio para regresar rápidamente al hotel, donde estaba Rosana esperándola...con una sonrisa en los labios, la abrazó y la besó como si en ello le fuera la vida. Cada momento lejos era una pequeña tortura, salieron a pasear, Sandra estaba encantada de poder mostrarle a Rosana los rincones mas bellos de su ciudad, esos lugares de los que solo habían hablado todo ese tiempo. Hablaban y se miraban, se tocaban, disfrutaban de esos días, de la compañía...de ese paréntesis en sus vidas, del no pensar en nada mas que disfrutarse. Intentaron incluso dormir lo menos posible, para no malgastar esas horas, para poder regalarse cada minuto.
Hicieron el amor una y otra vez, sin poder dejar de tocarse, de mimarse, desgranandose en infinitos orgasmos, sorprendidas de las reacciones de sus propios cuerpos que parecían haber tomado vida propia y erotizarse tan solo con el roce de los dedos, la electricidad flotaba en cada caricia. Los silencios se llenaban de palabras, suplidos por la necesidad de cada una de respirarse, oírse, tocarse, amarse, besarse.
Lunes
Sandra fue temprano a su trabajo, por inercia, por costumbre, no porque tuviera deseos de ir...quería estar con Rosana, el solo pensar en esas horas hasta poder volver junto a ella se le hacían intolerables, eran demasiadas horas...pensaba en eso mientras sus ojos recorrían la calle, hasta que la vio, en una esquina, espiándola...sonriéndole...el corazón de Sandra saltó cuando Rosana cruzó la calle y entró al local a hacer una pregunta tonta, la atendió haciendo gala del trato correcto al turista que tanto inculcaba su jefe, fingiendo corección y decoro...Rosana le hacía preguntas sobre una u otra cosa, pícara, sonriendole de modo totalmente descarado...en determinado momento le dio un papel dentro de un mapa, preguntandole por una dirección y en el papel decía "Hermosa, te espero luego en el hotel"...¡que nervios para Sandra, que deliciosos nervios!. Rosana estaba tan hermosa con esa camisa blanca y esos jeans que se ajustaban como guante a su trasero. Rosana se fue del local pero Sandra sabía que estaba cerca, espiandola, viendo su día a día...ese día a día que hasta ahora Rosana solo conocía por la enorme cantidad de mails que habían cruzado un lado al otro del océano.
Apenas cumplido su horario Sandra tomo un taxi para no perder tiempo en llegar a los brazos de Rosana...se acercaba el martes, ella se iría y a medida que iba tomando conciencia de eso el dolor crecía en su pecho...había prometido ser fuerte, no llorar pero no podía evitar que una que otra lágrima se escapases mientras la veía hablar y pensaba que al día siguiente a esa hora ya no estaría...comieron algo apuradas por regresar a la habitación, una en brazos de la otra, a hacer el amor, a olvidarse de esas horas que pasaban mas rápidamente de lo que debían...hicieron el amor hasta las tantas de la madrugada, una y otra vez, intentando llenarse del olor de la otra. Finalmente se durmieron a las tantas de la madrugada, aunque Sandra nunca dejó de arrepentirse de esas horas de sueño...debió quedarse despierta toda la noche, para tener el sabor del sexo de Rosana en su boca, grabarla en su cuerpo, recorrerla con sus manos, conocer cada centímetro de piel.....les sobraban las ganas y les faltaba el tiempo.
Martes
Sandra llegó demasiado temprano al trabajo en busca de la oportunidad de hablar con su jefe para pedirle trabajar solo medio día. Quien sabe cual sería su cara que el hombre dio el permiso sin mas preguntas...Sandra sentía el alma dividida en dos...Rosana se iría en pocas horas y no quería dejarla ir. Al salir Rosana la esperaba, tomaron un taxi y se fueron de nuevo al hotel, a intentar calmar ese dolor que les quebraba a las dos el alma, lloraron, hicieron el amor, hablaron, intentaron cuidarse...intentaban ambas estar enteras para que la otra no se derrumbara.
El aeropuerto fue peor aún...gracias al cielo los trámites distraían un tanto la pena, pero en el momento en que Rosana tuvo que irse camino a abordar el avión y en ese último abrazo cada una se quedó con el alma de la otra. Rosana le mandó a irse rápido a Sandra porque no estaba segura de tener fuerzas para tomarse el avión si se quedaba un minuto mas y Sandra le obedeció, se alejó con paso rápido, sintiendo una mano enorme apretarle el corazón, sintiendo deseos de llorar a gritos sin poder hacerlo.
En un estúpido intento por retomar su vida cotidiana Sandra fue al supermercado, dio vueltas innecesarias, quería componerse antes de llegar a casa de su madre para evitar las preguntas...que difícil es fingir entereza cuando una esta desgarrada en el alma...de este paréntesis Sandra supo que Rosana sería una constante en su vida, no importa desde que lugar estuviera, ni siquiera importaba el futuro.
Bendito paréntesis que le permitió a Sandra ver que no se había equivocado su corazón al confiar ciegamente en alguien que solo conocía a través de palabras.
Bendito paréntesis que les permitió a ambas creer nuevamente en los sueños, para no sucumbir en la rutina aplastante de la realidad.
Afortunadamente a veces logramos ganarle una partida al destino y hacer que el cielo se pinte de dorado y rojo...
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